Partimos de una marca con poca profundidad. Anteriormente, un color y una tipografía era suficiente para diferenciarse, pero ya no es así debido al aumento de la competencia y a los canales de comunicación que se han visto multiplicados y nos obligan a adaptarnos.

Además, Sagristà buscaba especializarse en un nicho de mercado mucho más sofisticado dentro de los materiales de construcción.

Para conectar con el entorno primitivo de la industria y la tradición de la empresa, la tipografía Cheston, en versión Bold nos ayuda a expresar esas virtudes, al ser estilo Serif que encaja en esta categoría que junto a sus formas desperfectas nos recuerdan a las formas naturales.